lunes, 15 de enero de 2007

Abuela, madre, hija

El otro día me llamó mi madre.

- Nena, estoy desesperada... estoy que me subo por las paredes.... pues no me llama tu abuela (y ya es la quinta llamada de hoy) y acaba diciéndome que....
Y es que así van las cosas. Mi abuela llama a mi madre una media de 5 veces al día. Pero no para hablar, no, sino para monologar. Quien no ha pensado alguna vez aquello de "y la vieja esta el coñazo que me esta dando en un momento... que no conozco a la mitad de los que me está hablando..." Vale, y si no lo habéis pensado pues confieso que yo sí. Pues mi abuela es el paradigma de este defecto. Habla, habla, habla... te hace sentir culpable porque no le prestas suficiente atención... habla, sigue hablando...

Este día en concreto mi madre estaba desesperada, resoplando, acelerada... Y es que le llamaba cada dos horas para contarle que Emilia (que es una de las amigas de mi abuela) ha hecho tal, o que Raquel (que es mi prima) ha estado con tal... Y a la quinta llamada, al escuchar a mi madre resoplar, le dice que no le quiere lo suficiente, que porque no la llama más, blablabla... "Es que no me das margen para llamarte!!!!"
Al colgar a mi abuela, llama a la niña (lease la menda). Y comienza a quejarse de que está harta de ese control, que no se puede ir de casa a comprar el pan sin avisar antes porque mi abuela se piensa que le ha pasado algo y ¡llama a la vecina de mi madre!

Una vez soltó todo lo que tenía que soltar, respiró hondo, y de forma más relajada me dice: "Lo siento, tenía que contarle esto a alguien y tu padre se cachondea..."

Mi consejo siempre es el mismo: diselo claramente, marca pautas, establece reglas. "Te quiero pero esto es agobiante" Y si hace falta pues hasta que limite las llamadas. Dos al día por aquello del mono, no sea que de la ansiedad le de un chungo que ya tiene una edad. Y la respuesta de mi madre siempre es la misma: sí, si tienes razón, pero es que no se puede, con ella no se puede... Y me dice que si algún día ella se pone así que se lo diga (la verdad es que si algún día se pone así, me cambio el número y mientras lo consigue y no... un par de días de tranquilidad).

Hace un par de años, cuando aún vivía en casa con mis padres, mis tias y mi madre estaban preocupadas por mi abuela porque divagaba más de lo normal. Y es que cinco llamadas diarias, de un cuarto de hora cada una, por tres hijas.... hace un total de 3 horas 45 minutos al día colgada al teléfono divagando!! Y eso es mucho divagar. Así que la cogieron y le dijeron aquello de ir a ver un médico a ver si es que se le estaba yendo ya la chaveta...

Coincidiendo en el tiempo, yo estaba cursando una materia que se llamaba "Adolescencia, madurez y senectud" y en uno de los trabajos me tocaba hacer pasar una prueba a una persona de más de 65 años. Así que sin saber nada de que mis tias y mi madre le habían propuesto ir a ver un médico le propusé yo a mi abuela hacer el test.

Le costó aceptar, pero un par de días después estábamos en casa de mis padres haciéndolo. Ella tiesa como un palo, respondiendo muy muy tensa a las preguntas porque realmente mi abuela es una pesada pero tiene la cabeza muy clara y cuando le preguntaba aquello de "a que año estamos?" pues me contestaba como si la hubiera insultado. A la tercera pregunta (creo que era "quien es el presidente del gobierno?")pasó lo que tenía que pasar. En la grabación que les tuve que entregar a los profesores (y que rezo para que nunca llegaran a escuchar) se escucha algo así "PLACA.... ay, yayaaaaaaaaa, porque me pegas.... pasos acelerados... ¿PERO QUE TE HAS CREIDO QUE MANDAS A LA NIÑA A HACERME PRUEBAS A VER SI ESTOY MAL DE LA CABEZA?"
Logramos acabar el test, después de convencerla (lo que llevó un par de horas) que lo mio era solo un trabajo para la universidad. Y durante un par de meses estuvo muuuuuuuuucho menos pesada, porque realmente se asustó. Quizás tendríamos que darle otro susto así y dejarnos de hablar las cosas porque hay personas con las que eso no funciona...

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