lunes, 18 de diciembre de 2006

Lluc

El Sábado nació Lluc, el hijo de David y Emma, unos amigos de Marc (voy a tener que quitarme esta costumbre de decir amigos de Marc porque también lo son mios). Y ayer los fuimos a ver y a conocer al bebito. Una monada, sonrosadito, con mofletitos, ¡despierto!, y sin llorar nada de nada.

En el ascensor nos encontramos al cura de su parroquia que venía a ver a la pareja. Supermajo, preguntando cuantos puntos le habían dado a la mamá, si ya le había dado el pecho y como fue el parto. Cuando nos fuimos, poco después porque estas visitas mejor breves, nos despedimos con dos besos de todos, incluido el cura. Ya en la calle, Marc me mira sonriente y me dice: "¿Te ha salido urticaria?" Y es que antes de conocer a Marc tenía una tirria increible a la iglesia y sobre todo a los curas.

En la segunda o tercera cita salió en la conversación el tema de la religión. Y tras una petorata mía de "esos chupasangres, lavacerebros, pederastas, se quedaran sin gente en las iglesias cuando se mueran las tres viejas que van", Marc me dijo que el había ido cada Domingo a la iglesia hasta los 20 años. Y que su madre seguía yendo y además hacía catequesis. Mi cara fue de "este es un integrista por lo menos" y ahí se quedó el tema.

Al conocer a sus amigos se me abrió un poco más la mente. David y Emma, los papas, estaban entre ellos. Él juega a rol y escucha "La polla records" ;) así que cuando me dijeron que cada Domingo iban a misa me quedé un poco descolocada. Hace poco recibimos un christmas de ellos, que es una ecografia del niño donde se le ve la carita de perfil y dice algo así (el original está en catalán, pero lo traduzco para que nos entendamos todos):

Començàvem a caminar com a fills sense adonar-nos que el camí ens portaria a ser pares i ara ens adonem que Ell ens ensenyarà a créixer com a pares, sense perdre la il·lusió d'aquells infants que començaven a caminar com a fills. On neix Jesus, neix l'amor, i on neix l'amor neix Jesús.


Comenzábamos a caminar como hijos sin darnos cuenta de que el camino nos llevaría a ser padres y ahora nos damos cuenta de que Él nos enseñará a crecer como padres, sin perder la ilusión de aquellos niños que empezaron a caminar como hijos. Donde nace Jesús, nace el amor, y donde nace el amor nace Jesús


Hoy en día sigo sin creer, veo absurdas muchas cosas que hace la iglesia (sobre todo en los ambitos más altos) y muchos de sus ritos me parecen incluso gores (este es mi cuerpo, comételo y ¡buen provecho!) pero respeto que hay gente que cree, que hay muchos curas adaptados a lo que es la vida normal de la calle y a veces hasta envidio esta capacidad espiritual y el refugio en los malos momentos que les proporciona el creer. En definitiva he ganado algo: respeto.




Respeto y que ya no me den urticaria los curas....

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