Ya volví. De hecho, hace ya casi dos semanas que estoy por aquí y volviendo a la normalidad, pero no he escrito antes porque se me acumulan las cosas.
El viaje fue increíble, la gente es encantadora, muy muy amable, con sonrisas y saludos siempre. Y he vuelto, así que, al menos en mi caso, los regalitos en los equipajes son todo leyenda urbana.
Eso sí, aunque son buena gente, estan llenos de contradicciones. En principio no puedes mostrar afecto por tu pareja en público (aunque son bastante comprensivos con los extranjeros) pero tienen las barras americanas con niñas bailando encima a la vista de todo el mundo. Y en todos los pueblos, las prostitutas casi secuestran a los hombre que pasean solos... o con pareja, tanto es. Y es habitual ver a occidentales paseando con tailandesas, magreándolas, niñas casi con hombres de 50 para arriba. El paraiso de los hombres solitarios...
El primer día en Bangkok fue superagobiante. Nos hicieron un masaje tailandés, que aunque te deja muy relajado después... en el momento es una tortura, con la mujer clavándote los pulgares donde más duele. Y pensaba que solo había sido yo, pero se ve que todos estábamos sufriendo horrores. Mi pensamiento en el momento era "Pequeña bastarda... como sabes que ahí duele... como clavas, grandísima h... de p....". Una tortura, como ya he dicho.
Cuando salimos del local de masaje, desentumecidos del viaje en avión, nos metimos en el PatPong, un mercado nocturno de Bangkok, antro de perdición. Cuando no te vendían imitaciones de rolex te ofrecían sexo o el extendido "Ping pong show".
Para los que no lo conozcan, el "PPS" es, ni más ni menos, que una mujer que se mete cosas en la vagina y las hace salir. Como por ejemplo, pelotas de ping pong o peces o ¡ranas! o se fuma dos cigarros. Algo habíamos oido antes de ir y de cachondeo le decíamos a mis padres que si lográbamos atrapar las pelotas de ping pong les envíabamos una. "Sin cola ni nada, tal cual la pegamos en una postal y te la envíamos".
Cuando me plantaron en la cara el cartelito al grito de "Madam, PPS" me emocioné. "Marc, Marc, que era de verdad, que realmente lo hacen!!"
A buena hora me emocioné.
El tio en cuestión me cogió del brazo y me dijo algo así como "Yes, yes PPS... and if you like to suck, it's free". Lo que viene a querer decir que si me gustaba chupar, el show me salía gratis.
Aquello fue el tope para mí esa noche. Después de eso corrimos al hotel y lo único que pensaba es "¿Dónde leches nos hemos metido?".
Pero Tailandia es mucho más que eso y no tardé en descubrirlo. La majestuosidad de sus templos, los canales de Bangkok, el templo de los monos, el mercado flotante...
Intentaré ir explicando algunas de las cosas que nos pasaron allí, que son muchas y casi todas buenas. Y las que no fueron buenas (como que nos lloviera los tres días que estuvimos en Phuket, la playa) lo solucionamos con humor y morro (metiéndonos igualmente en la piscina aunque diluviara... y pidiendo que activaran el jacuzzi!!!)
jueves, 15 de noviembre de 2007
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